«Nosotros los escritores siempre nos sentimos con la libertad de matar personajes y hacerlo impunemente, quizá lo bonito de Please Continue sea que se juzga la ficción como juzgamos la realidad». Eso dijo Alan Pauls, escritor argentino, mientras le contaba mi incomodidad frente al proyecto que hicimos junto con Yan Duyvendack en el que verdaderos abogados, fiscal y juez juzgan a Hamlet por la muerte de Polonio (en la foto Hamlet, interpretado por Thierry Raynaud, en el banco de los acusados del tribunal de Marsella). Quizá mi incomodidad esté ligada precisamente a lo que él interpretaba como un acierto del espectáculo. La ficción encarnada por los actores y la realidad que representa el tribunal tienen sus propias querencias y en el espectáculo colisionan: el tempo teatral se hace añicos en manos de los jueces y abogados, el estilo interpretativo de los actores se contrapone al de los abogados (éstos sobreactúan, los actores no), los argumentos jurídicos son infinitamente más banales que los de shakespeare, etc. Hamlet sentado en el banco de los acusados acaba convirtiéndose en un pobre diablo y uno se da cuenta que la ficción, cuando se hace realidad, se convierte en una pesadilla.
Los próximos 18 y 19 de Enero Please Continue en Neuchatel. Foto en actOral.12, Marseille, 2012 © Sylvain Couzinet-Jacques.