Fue en el Borinage (Bélgica), allá por el año 1893, donde se dio la primera huelga general de Europa. Por sus condiciones industriales y de explotación, Engels dijo que la revolución se iniciaría allí o en alguna de las zonas ya muy industrializadas de Inglaterra. Henri Storck y Joris Ivens hicieron una famosa película sobre ese lugar, Misère au Borinage (1933), donde, con la fría mirada de un médico, recorren cámara en mano las calles de ciudades como Lieja en las que se organizan huelgas y manifestaciones contra las duras condiciones de vida de la cuenca minera. 

En los años 60 nuevas movilizaciones obreras contra las leyes que llevaban a la precarización del trabajo dejaron 6 muertos en la calles de Lieja. Años más tarde, la progresiva desindustrialización de la zona llevaría a los antiguos trabajadores a un nuevo tipo de dependencia, la de la ayuda social, y a un nuevo tipo de precariedad, la del paro. De esta etapa de nueva pobreza Patrick Jean ha filmado un imprescindible documental, Les enfants du Borinage (1999), que puede verse online. En la película duele darse cuenta de como la pobreza no solo es un estigma sino que desmobiliza y autoculpabiliza.

En la actualidad, nuevas manifestaciones se organizan en las ciudades europeas a medida que una renovada conciencia de clase se instala. Son manifestaciones que como antaño reclaman una redistribución equitativa de la riqueza y que son reprimidas por un aparataje de técnicas policiales y jurídicas que pretenden mantener el statu quo.

¿Cómo responder a esas técnicas? La manifestación es una de las formas de expresión de la multitud. Si a ésta se la despoja de la reivindicación, lo que manifiestan los individuos es el propio y silencioso cuerpo multitudinal. Capaz de infinitas formalizaciones (la marcha, la carga, la avalancha, la dispersión, la sentada, el encadenamiento) la manifestación es un monstruo de mil cabezas que muy bien podría oponerse al público, en palabras de Beckett, el monstruo de los mil culos.

Llevar al público a tomar conciencia de la fuerza de su cuerpo multitudinal es el objetivo del proyecto. La primera etapa se desarrolla en Mons, pequeña ciudad del Borinage. Para ello, antes de formalizar un «espectáculo» intentaremos organizar diferentes etapas de trabajo que aborden desde la formalización de herramientas digitales de simulación digital de multitudes hasta workshops como el que impartirán Anna Rubironla y Joao Lima (NCRlab) sobre Técnicas corporales de organización y defensa colectiva en manifestaciones.

La imagen es un fotograma de Misère au Borinage.