Foto de Paradise Now en el Space Electronic, Firenze, 1969.
Parece como si toda la obra del Living theatre anterior a 1968 apuntara a Paradise Now. Y como si toda la obra posterior se alejara de ese punto. No me canso de ver los pedazos de películas que quedan de ese espectáculo. Hay varias grabaciones en el documental Signals through the flames (1983) y una grabación bastante completa en el DVD que sacó Arthur Mag en 2007. Los actores deambulan entre el público gritando consignas libertarias, se desnudan, realizan escenas rituales y, sin que uno pueda llegar a percibir como, el público se contagia: literalmente. Algunos espectadores se quitan la ropa y se suman a las escenas, otros discuten sobre los argumentos de la pieza con los protagonistas. En el reguero de testimonios de aquellos que vieron el espectáculo se relatan viajes lisérgicos y una escena final en la calle en la que numerosas veces acababa apareciendo la policía, escena que motivó la prohibición del espectáculo en el Festival de Avignon de 1968, razón por la cual la compañía abandonó el festival. Desgraciadamente no he encontrado documentos en video de aquella escena de «teatro de calle» en el mejor e los sentidos.
Estos últimos días también he estado repasando los primeros espectáculos de La fura dels baus. De Accions a Tier món. En youtube hay una grabación completa de Zuz-o-zuz que hizo TV3 en su momento (1985?). A diferencia de los actores del Linving que gritaban sus consignas a la manera de Artaud, los actores de La fura no toman la palabra, lo hace la música industrial que atrona en la sal. Sin embargo, sigue habiendo, como en el Living, una voluntad de contagio. La adrenalina de los actores se apodera de los espectadores. El empujón y el golpe han sustituido a los manoseos del Living. Pero el que haya bailado en un concierto punk sabrá que no hay mejor experiencia de fraternidad entre desconocidos que la acelerada melé de un pogo.
Fotograma de El ocaso del miedo de La productora de comunicación social.
Txalo Toloza me envía el link de un documental titulado El ocaso del miedo de La productora de comunicación social. Una bicicleta con una cámara sobre el manillar recorre las calles de Santiago de Chile durante las revueltas estudiantiles del año pasado. No hay voz en off, solo imágenes de la ciudad tomada por los estudiantes que son perseguidos aquí y allá por una policía que parece sobrepasada. La banda sonora del documental de apenas 20 minutos nos mete en un clima de ciudad de ciencia ficción en un escenario apocalíptico. Y, como ocurre en los espectáculos anteriores, se respira una sensación de libertad contagiosa.
Tanto lo que el documental mostraba como lo que los espectáculos conseguían era la suspensión de los valores establecidos en favor de una realidad otra. Se producía «(…) una comunicació instantània d’idees i de sentiments la conjunció dels quals podia moure el cos social sense cap objecte ni objectiu –pel sol plaer d’agitar-se– però també empenyent-los en qualsevol direcció, convertint així la seva ansietat en noves realitats.» (Manuel Delgado, prólogo de Cos i revolució de Gerard Horta). En este sentido, cabe interpretar Paradise Now o Zuz-o-zuz como dispositivos de agitación. La suspensión de la realidad que produce la ficción se origina en la energía que se instala en la sala. Esa energía que una cierta crítica suele tachar de fascista y que antepone el incremento de la temperatura a la inteligibilidad apolínea del discurso. Energy yes, quality no! decía Thomas Hirschom.
ANEXO: Aquí va el Manifiesto Canalla de La Fura dels Baus:
F.D.B.–No es un fenómeno social, no es un grupo, no es un colectivo político, no es un círculo de amistades afines, no es una asociación pro-alguna cosa.
F.D.B.–Es una organización delictiva dentro del panorama actual del teatro.
F.D.B.–Es el resultado de una simbiosis de diez elementos bien diferenciados y peculiares que se favorecen mutuamente en su desarrollo.
F.D.B.–Se aproxima más a la autodefinición de fauna que al modelo del ciudadano.
F.D.B.–Es un teatro de conducta sin reglas y sin trayectoria preconcebida. Funciona como un engranaje mecánico y genera actividad por pura necesidad y empatía.
F.D.B.–No quiere saber nada del pasado, no aprende de las fuentes tradicionales y no le gusta el folklore prefabricado y moderno.
F.D.B.–Produce teatro mediante constantes interferencias entre si de intuición + investigación.
F.D.B.–Experimenta en vivo. Cada acción representa un ejercicio prático, una actuación agresiva contra la pasividad del espectador, una intervención de impacto para alterar la relación de éste con el espectáculo.